domingo, 25 de enero de 2009

Vale

Aquellos días
están llorados ya,

se impartieron como golpes por fracasos.

Se intenta no aprender,
no sea
que de tanto saber se incube
un miedo atroz.

Ahora se adivina la caída, se presiente
la altura, el lado
con el que conviene golpearse
la realidad.

Y vale ya de precaución.

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