jueves, 17 de junio de 2010

Es el desastre azul
bajo la lluvia de tus dos piernas al cruzarse;
la luz otro imprevisto.

Un sexo mendigando
un labio, otra guarida...
Porque a los cuerpos nunca llega el lunes,
porque a los lunes nunca llegas tú,
no dejes hoy que piense en nada más.

Nada saben tus piernas
del ángulo perfecto del dolor,
cayendo como luz al mismo suelo
donde otro tiempo dejó solo lágrimas.

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