domingo, 26 de febrero de 2012

A una dama no tan joven

Sí, tienes todavía
un brillo, un brillo verde de metales,
de estatuas oxidándose.
Sí, todavía el lujo
de la belleza te acompaña, está
en ti, pero comienza a disiparse,
la piel está dudando,
tu fina piel aún,
cerca de los cuarenta.

Y te preguntas como todos qué,cuando tu cuerpo no se reconozca.
¿Te has esforzado por ser algo más?
Quizás eches de menos
la fuerza que has tenido, sostenido
durante tantos años.

Aunque este último brillo,
cómo dejarlo al fondo del cajón,
como no permitir que resucite
las viejas ilusiones infinitas,
mientras tus pantalones ajustados,
tu lápiz rojo y tus tacones altos
cabalgan, potros indomables,
contra rumores, chismes, comentarios.

No hay comentarios: