domingo, 29 de abril de 2012

A  Alex, 
por su insistencia

Debajo de la lluvia se agravan los olores,
se mezclan igual que vegetaciones.
Otoño que no cesa de envejecer y envejecer,
y sin embargo, nunca se hace antiguo.

Recuerdo cuando cometí tu error
y tus errores: era primavera,
no estaban decididos los húmeros inertes
a alzarse a la humedad desconocida.

Después siempre era invierno. Abandonó los parques
el turbio aroma a pino.
Allí sentados todos, esperando a la vida,
buscando un trago, un cigarrillo, un beso.

Y a punto del verano alguien nos dijo
que éramos cómplices y lo demás
mentira. Nos hundimos en nosotros,
olvidamos cómo se enfurecía.

Si no te quiero mucho, perdóname amor mío,
aunque sí reconozco tu dulzura,
tu forma de mirar
que tanto me ha herido por no saber pagarla.

Entra en la casa, afuera
están las estaciones excitando
al mundo, hurgando a los amantes nuevos.
¡Podría hacernos tanto daño aquello!

Quiero decirte que eres algunos días todo
y nada algunas noches. El tiempo pasa en serio
por encima del arte y de nosotros.
Déjame que descanse mis labios en tus ingles,

como quien besara una frente desenterrada.

1 comentario:

samsa777 dijo...

Como el buen vino, Aitor... como el buen vino.
Abrazos