martes, 2 de septiembre de 2008

LA SED DE UNA NOCHE DE VERANO

Irrumpe igual que los secuestros
que no se planifican.

Hay que tener cuidado
con las canciones derrotadas,
y sobre todo
con la canción de amor,
con la canción biográfica,
vencida.

La herida de la nube, el tráfico de medianoche
y un par de grados por encima de los treinta.

En la cocina el vaso,
no de champagne, amor,
tan sólo de la fe de alguna lluvia,
aguarda como una pequeña fiera.
Las nubes mudan de hemisferio
y yo persigo el trópico de tus caricias húmedas,
la transparencia del cristal sobre tu labio.

Yo supe
que mucho tiempo
después
recordaría tu manera de pedirme el agua,
la falsificación de un tiempo de cariño.

Hay que tener cuidado,
yo sé que el juego era sincero,
a veces
me querías y te cansabas.

1 comentario:

Las siete vidas de una gata dijo...

esta es la k mas me gusta caballero, casi casi respiraría la más sincera, ya que, aunque los toques de cinismo me hacen gracia, este es el aithor que pocas veces se encuentra.

acompaña a las que puedas, si sabes, de fotos. y si no sabes, ya te enseñare a ponerlas.