miércoles, 15 de octubre de 2008

Pequeñas Esperanzas

Espero estar hundiéndome,
pero al alzar la mano
sobrepasar la sal que me sepulta,
llevarme hasta los labios una gota
de aire
o de tus manos salvadoras o asesinas.

Lo peor que pueden reprocharte es la cobardía,
pues sabes
que la conciencia es un piedra sin piedad
con noches que ella habita.

Espero que tus brazos sepan remover la tierra,
me agarré al plomo de tus ojos,
me dejaré llevar por las corrientes

y cuando salga cruz daré la cara,
aceptaré mi suerte igual que un parte médico.

Si tengo que morir que sea ahora. Este poema
debió empezar con "ójala"o "que quieras"
seguir con verbos
en tiempo subjuntivo, hablar de las estrellas,
como una rígida luz de octubre
no acabarse nunca.

2 comentarios:

Las siete vidas de una gata dijo...

Cada día me das más asquito, que lo sepas.

Tienes de cobarde lo mismo que de poeta, al menos con las letras te envalentonas. Al menos en tus poemas, logramos encontrarte

PD: dice Sarita que publiques alguna que le has dedicado a ella, la del teatro en concreto

PD: y dice Helena ( :P ) que a ver si la haces una a ella, que entre nuevos padres y pantominas de cortina roja, la helena se queda sin poemita

Anónimo dijo...

Sangrante me parece este poema.

Te dejo hasta la próxima.
Tengo que currar.

Estherbis
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