domingo, 4 de enero de 2009

Funambulismo entre días

Jamás te han visto tan hermosa.
Jamás. Debajo del umbral de la penumbra.
Yo, que jamás te he visto
así, ni te veré
.....................el dulce rostro
dormido sobre la bandera de una cama
barata y blanda.

Ni tú ni yo. Nosotros somos
ninguno de los dos.
Algunas noches se subastan sábanas,
algunos días
padecen la tranquilidad de nubes serias,
diría graves. Digo y nunca miento.
Ni miento. Ni existe.

Dormía. Cuando arrastras hojas secas
deduces:
aquí paró el otoño para besar la frente
de una mujer infiel. Una muchacha enamorada
y mis costillas se enredaron
en sus cabello azul.

Tendría que aprender a
mirarte. No devoto. Y sin sinceridad.
Solo mirarte. Nadie sabe
mirarte así. O no mirarte. Amarte
así. ¿Quién sabe?

Acierto y pierdo el miedo
segundos
.................antes del suicido.
Te haré papel.

Antes, ninguno de los dos -nosotros- debiéramos
rendirnos.
Arrodillados. Comienza el juego. El vaso
se pone tibio, se vacía,
se van colgando lágrimas en sus paredes de cristal.

Expulsas el mundo
de cualquier punto cercano a nuestras pieles.
Me enseñas:
quien ha amado una vez podría
no conocer el tierno amor
que pide el paso de sus noches ácidas.

No hay comentarios: