no sé si ver alguna
de tus películas o echarme
a dormir o a llorar,
pero lo que me apetece de verdad
es asomar mi cara
por la ventana y escupir
al aire,
digo, como si
pudiese ofender una materia transparente
o blasfemar,
a ver si ya se cansa
de mí, de mis hermanos
y acaba
con todo esto, empezando
por las gasolineras,
los bancos
y los perros domésticos sin amos
domesticados,
y con la hípica.
al fin y al cabo uno
debe sentirse muy importante
cuando una apocalipsis se digna
a suceder,
a pasar cuando uno está en su casa.
en estos casos lo mejor
es siempre no pensar
y masturbarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario