martes, 3 de febrero de 2009

Defensa del perpetuo error

Mañana me equivocaré mejor,
hoy tengo prisa.
.............................El sol

se ha vuelto absurdamente inofensivo,
cristal tintado
y viernes de extrarradio.

La reincidencia, como
segundas oportunidades, proporciona
algún placer secreto -debe ser
que sin soneto
no existe el rock & roll, los villancicos cantan,
las faldas se levantan,
las nubes ya no juegan con el niño.

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