miércoles, 21 de julio de 2010

Aprende de los platos sin fregar,
de como se acomodan, estridentes,
para ser parte de un mayor silencio.

De aburrimiento baila
la luz detrás de la ventana abierta,
espera las postales de otro invierno.

¿Qué amor no reconoce
sus sábanas tendidas?
Pero el deseo es más alimentar
a una mascota insoportable, turbia
imagen, cruz, del amo.

Yo ordeno lo que ella se olvida aquí,
bisutería a veces
y siempre coleteros;
pretextos que propician un regreso
posible pero innecesario.

Porque hace falta un buen motivo para
abrir las puertas al dolor.

3 comentarios:

Pirro Sigma Tau dijo...

"Prends garde aux portes mal fermées" (V. H). Me gusta.

Jordi M.Novas dijo...

buenos versos.

Anónimo dijo...

a veces las puertas del dolor se abren sin motivo...