En cuanto ya no quede atisbo
de educación en cada circunstancia
-cuestión de decibelios y contacto-
no volverás a verme.
Entonces tus amigas
dirán que soy un malnacido
y tú que nunca fui un señor.
Y mientras grites por el móvil
yo escribiré un poema
con ruido al fondo, ruido de unos labios
que sufren, que amé, pero
ya tengo suficiente con mi propio dolor.
La retirada, al menos,
habrá servido para recordarte
feliz y hermosa como nunca fuiste,
desnuda
...............como te quisiera siempre,
amante como nunca,
sin que los sentimientos degradasen
en la obligada histeria
(un día seré yo)
2 comentarios:
Está visto que los sentimientos que más nos hacen sufrir son los que mejor sacan el talento que llevamos dentro ;)
Besos,
Carmen.
querido anónimo,
me gustaría saber quien eres. de todas formas, esto no es un chat, esto trata solo de poesía, así que te agradecería que no hicieses comentarios personales.
muchas gracias
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