lunes, 20 de octubre de 2008

Penitencia

Los árboles, los ves,
parecen árboles
pero conspiran,
están tramando un homicidio, un parto,

un último recuerdo. Hay siete formas de morir
honrosamente. Apunta: Trasnochar
el lunes,
trasnochar el martes, miércoles,
y no dormir el jueves
... suma y sigue, no morir ya no es posible.

Me sabe a pan
la luna que pisan tus zapatos
-la luna es un insecto agonizante-

me sabe a vino
el labio inflado entre los dientes.

Los gatos
también conspiran,
esperan la carroña de tu ropa
cayendo al suelo.
Espera un poco más, un poco más, es el desierto
un cuarto de invitados
para quien quien nunca halló esperanza en unos ojos,
para quien no
dedica tiempo a una teoría de existir
según los putos libros de autoayuda.

Dolores que naufragan en un cuerpo
o que se asfixian con el aire,
las putas que siempre te amarán, comprueba,
y paga.

Hoy nadie tiene sitio o todos son sonámbulos.

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