viernes, 21 de noviembre de 2008

Anoche

Anoche,
sobre los ojos de tu eterna adolescencia
tenía un verso
que no hablaba de ti,
rompiéndose,
........................tan solo
de los contestadores
que le responden a la noche y a los taxis,
a los recepcionistas de un hostal blindado,
cuando preguntan por tu ausencia.

Anoche preguntaba
por las heridas del invierno
sobre las manos
cansadas de su peso,
por el silencio de un hogar que no te espera
y por la oscuridad
quemada
de tanto arder, la luz
helada
que no entendió lo de apagarse,

consciente
de que la vigilancia del teléfono
supone un ejercicio de memoria.

Tus muslos capitulan en mi olvido
-me olvidan-.

Cada farola, el nombre de las calles
y mis derrotas te respetan,
tal cual las conociste de mis labios
te esperan
al filo de la misma esquina,
sobre las mismas horas,
la misma
cortina de humo.

Los charcos son el tiempo que nos queda
y los inviernos
estados de excepción
y nadie puede hacer ya nada por nosotros.

Naufraga con sinceridad por una vez
y mira como crecen
corales blancos en el pecho de la luna.

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