Un hilo invertebrado te recorre
la espina dorsal.
Como un escalofrío de ginebra,
noviembre baja de tu nuca a mis muñecas
-sudor y feromonas,
para el amor las velas-
Tus manos fueron antes que los verbos
manidos de suburbio.
Cada memoria
..........................exige a sus culpables
y mentiremos ante dios para salvarnos
de nuestra propia historia
y de nosotros mismos.
Hagamos el amor en este taxi
ardiendo, mientras las farolas lloran
el amarillo esperma
de la otra intimidad y su silencio.
Así quizá no venga la esperanza
a conversar acerca de los desayunos.
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