Primera Cena

¿Recuerdas
aquellos sandwiches a las finas lluvias
que nos cenamos caminando
desde Callao a Atocha
con prisa y la capucha puesta?

Reconocerse era entonces conocerse
-con un grado decente de soberbia
aún me dices
que yo no te conozco.

Sólo quería preguntarte
si desde aquella tarde
de precipitaciones moderadas y molestas
(hoy entrañables,
qué duda cabe)
ha pasado un siglo en color
o un instante
para enmarcar, no sin cursilería,
en sepia.

...............Contesta tú, que tus palomas
metálicas me cuentan
en su
pecera de cristal
mis días y mi noches, la parte interesante
de mi voluntad, tierna-
mente enredada con tus actos.