Como los copos caen sobre el crepúsculo
y los relojes de bolsillo,
el día se presenta casi por engaño.
Y sin embargo son
los días más felices de la tierra.
Nos tocan
a los de siempre, pero
aquí sí son felices, no sólo un tanto cómodos,
aunque
el día se despida por traiciones
-un día
más por la espalda.
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