jueves, 22 de enero de 2009

Lo necesario

Moraleja: descansa en lo difícil
Carlos Pardo


Ahora sí te busco, me sorprendo
de tu contestador
y sus suburbios averiados,
la pose con la que me observas muda.

Me aterro al encontrarte
en la fisura de papeles amarillos,
la voz por ti mordida
que no traiciona y se declara, sin dudar, culpable.

Procuro no cerrar los ojos mucho,
como dientes las pestañas mastican
tu imagen hasta
llegar aquí tú entera, restos de literatura.

Las tardes se masturban bajo los manteles
frotando luces últimas,
el humo atemporal de los andenes,
me satisface reincidir en otro rostro.

Y sin embargo, esa capacidad de sorprenderse
y sorprender,
tu cuerpo enseña un nuevo error, aleccionando
con disciplina: el detalle lo es todo.

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