La misma historia anticipada: recordad
que con memoria, a cierta altura,
no existe la traición.
Si fuera más bonito
un tajo de carmín
podría abrirse en mis muñecas.
Pero los feos
gustamos
de madrugar y corregirnos.
Ya sé donde termina el vino
y donde no termina tu mirada,
si empiezo es porque quiero.
1 comentario:
Ay, ya llega la resaca...
Y de feo nada. Sólo despeinado.
Publicar un comentario