lunes, 10 de noviembre de 2008

Afortunado...

aquel que guarda en sus cajones sin olvido
pequeños sueños
-tormentas sobre un mapa
o crías
algodonadas
de bestias todavía inofensivas-
para estos días largos, lunes, cotidianos,
tan faltos de una atmósfera habitable.

Pequeños sueños
como tus manos,
como tu pecho respirando suave,
pequeño.

Afortunado aquel que cada calle
y cada línea de autobús resume
en buenas
conversaciones o caricias
precisas,
pequeñas,
descuidos de epidermis consolada.

Quien toma un taxi preguntando por la habitación,
quien puede
hacer de un parque público
momentos
privados.

Afortunado
quien ve en unos tobillos
una ilusión pequeña
como pequeños labios inclinados,
o quien despierta en la resaca de otro cuerpo,
en un desnudo diminuto, oscuro,
y quien conoce
la cremallera de un vestido,
la sierpe de metal que asfixia
la espalda, y sabe derrocar su tiranía.

En fin, afortunado quien conoce la tristeza
y sabe sus remedios,
vivir vencido a
pesar de las bellezas homicidas de la seda,
quien no paga rescates de charol.

Afortunado aquel a quien le quedan veinte días de camino
y toda
su vida
para matarse junto a ti,
que seguirás viviendo en esta mancha del atardecer
aunque nadie nos recuerde -ni nosotros-.

4 comentarios:

Javier López dijo...

Leo muchas cosas por internet. Por alguna razón, algunos blogs tienen su camarilla de "fieles" que comentan hasta cuando el autor estornuda. Tu blog no tiene muchos comentarios. Ni demasiadas visitas. Mejor, porque ellos se lo pierden, porque este blog encierra tanta belleza en las palabras, que muchos no podrían resistirlas. A mi me cuesta!.
Enhorabuena Aitor, por estas y por muchas otras cosas. Me gusta la poesía, pero me aburren enormemente muchos poemas. Sobre todo los largos. Tú tienes algunos largos (para lo que yo considero "largo"). Pero me atrapan desde la primera hasta la última palabra. Tu toque de erotismo, tu visión de la mujer casi como diosa, de las cosas, la palabra a veces elegida porque es la más hermosa que se puede colocar en ese lugar, aunque su significado sea confuso... Comparto muchas cosas contigo, menos la facilidad de expresar lo que, con tanta maestría, haces.

Javier López dijo...

"Pequeños sueños
como tus manos,
como tu pecho respirando suave,
pequeño."

Se me olvidaba... qué bonito.
Y los comentarios los he puesto en este poema, como podría haberlos puesto en otro cualquiera. Un abrazo, sigue, sigue... siempre.

Las siete vidas de una gata dijo...

te llevo dejando un tiempo solito, pero veo que no te dejan sólo nunca :)

me pongo al día genio

tercera_espectativa dijo...

Solo puedo daros las gracias por manteneros atentos y tomaros la molestia de gastar unos minutos en comentar.

Asi que...

gracias