jueves, 6 de noviembre de 2008

Despedida

Apuro tu figura
como se exprime la obsidiana entre los labios.
La piedra se convierte en gotas
de lluvia,
una aleatoria obstinación en ti.

Silencio: Un hombre a muerto de palabras
difíciles
.............y sin perdón camina.

Detrás de las primeras hojas
hay un otoño derribado, ruinas
donde arrancar tus ojos o tu lencería.
El frío quiso el resto.

La inercia opaca de las hojas guarda
tu línea,
..............intento
no traicionarte en cada verso, no
exagerar el clima del tornado.
Devuélveme la luz que te transporta
por dentro de mis ojos.

O deja de existir,
..............................porque los muertos
no pueden aferrarse a su memoria,
no pueden recurrir una palabra
incómoda,
la relación de pertenencia
que les devuelve un alma sometida
que ya no volverán a usar
-la esclavitud que se supone en las promesas-.

Aún estás flotando bajo el aire,
aún naufragas,
aún es pronto
para no echarte de menos.

El resto no se dice,
que no parezca una despedida.

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