Me amas,
me destruyes,
haces una madeja con mis nervios
y mañanas.
Teléfonos que juegan a sonar
se rompen, direcciones
extrañas
en los bolsillos.
La flor podrida habita lentamente
las manos descosidas
y la ferocidad transporta un cuerpo hasta otro cuerpo,
como una calle desemboca
en una plaza
y pierde el nombre.
Mirando al sol se quema
el sol o nadie.
.......................Me repugna esta ignorancia.
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